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FILIPINAS

Condenatorio “éxodo” para TíoPerfecto, destino que aprovecha para dejar atrás gracias a las revueltas independentistas de los nativos filipinos contra los “kastilas”. En la iglesia de Baler se parapetaron “los Últimos de Filipinas”, 50 uniformados españoles que resistieron a los nativos rebeldes por desconocimiento del destino del archipiélago. El regreso de Filipinas de TíoPerfecto es el arranque de la trama de la novela.

MIERES DEL CAMINO

Atravesado por el río Caudal es el escenario principal de la novela (junto con La Cerezal). Villa en plena transformación debido a la industrialización y a la inmigración de otras regiones del país. El trazado de sus calles (obra de reconocido urbanista) tiene cierta similitud con el de Barcelona. La “catedral” San Juan Bautista, La Plaza, Requejo, La Cerezal, valle de Sueros, Ujo, la Rebollada, Paxío, Ribono… son otros escenarios mierenses que aparecen en la trama de la novela.

GIJÓN

Lugar de nacimiento del Ilustrado don Melchor Gaspar de Jovellanos, prohombre presente en el sentir de todas las gentes de Asturias gracias a sus ideas reformistas: «¿Por ventura, es la sociedad otra cosa que una gran compañía, en que cada uno pone sus fuerzas y sus luces, y las consagra al bien de los demás?» Admirado el gijonés por Tío Perfecto, por Rosario, por Fray Miguel y en el sentir general. Su casa natal es lugar de peregrinación.

CASTILLA

Valencia de Don Juan y Mansilla de las Mulas son algunos de los destinos elegidos por los mineros mierenses en sus vacaciones veraniegas para asolearse y “sacar de los huesos” la humedad propia del clima en Asturias. Jiménez de Jamúz y otros tantos pueblos leoneses son reconocidos por sus bodegas construidas en frescos túneles bajo tierra y visitados por los veraneantes astures.

TINEO

Rosario: Condesa de las Rubias de Tineo.

Otro de los exilios sufridos por el religioso a manos de su “Reverendísima” el obispo de Oviedo con el fin de alejarlo de incómodas tentaciones y llenar los cepillos, como bien se las arregla allá a donde va el cura protagonista. Lo cual complace mucho al obispo.

NIEMBRO

En la ensenada de Niembro se encuentra la iglesia de Nuestra Señora de los Dolores, diseñada por el arquitecto del que fuera rey de España, José I Bonaparte. A tan idílico paraje, que como a otros tantos, lleva fray Miguel a Rosario y a algunas de las niñas del hospicio mierense. María, hermana del cura, los acompaña en esa comitiva. Con la ayuda de Jenaro, y por intercesión de Tío Perfecto, Rosario da rienda suelta a su melancolía, con el magnífico Bösendorfer traído por el cura desde su exilio de las lejanas Filipinas.

LUARCA

El cinematógrafo ambulante traído por dos hermanos portugueses a la villa luarquesa es frecuentado por el religioso, mientras espera la ansiada respuesta desde el obispado de Oviedo para abandonar ese exilio forzoso. Por segunda vez, un hecho fortuito da pie al lascivo cura para maquinar y acelerar el regreso a su Mieres del alma y para acabar algo que, a causa del exceso de celo del obispo, quedó inconcluso.

PUERTO DE VEGA

Último destino que vio con vida a su admirado y sobresaliente ilustrado: Jovellanos, es también residencia de una muchacha conocida del cura, Mercedes. Sus abuelos habían sido los propietarios de aquella señorial casona en la que exhaló su último aliento el ilustrado gijonés a causa del galeno que con mal tino le hizo los primeros auxilios al infortunado ilustrado, e infortunado también lo es nuestro cura porque su amiga Mercedes está casada.

OLLA DE SAN VICENTE DEL DOBRA

Paraje bucólico e idílico, como lo son muchos otros de las zonas rurales de Asturias y lugar de asueto al que arriba la comitiva que con gran regocijo es dirigida por el cura para restaurarse, un sentir secundado tanto por las niñas del expósito mierense como por la bella y mística Rosario. Río Dobra, fluido muy cristalino y frío, que corriente abajo da un abrazo al también transparente río Sella.